Diario de Burgos ¡SAL! : La vasca, de raíz pero al día
Este prestigioso y céntrico restaurante mirandés abrió en 1926 y está regentado por la tercera generación Ruiz. En su carta abundan los platos de temporada y propuestas tradicionales actualizadas.
Diario de Burgos suplemento ¡SAL!. Viernes 16/01/2015
Cuando uno se dispone a entrar a comer o cenar en un restaurante (o casa) abierto hace 87 años, debe de tenerse, respirar hondo, relajarse y dejarse llevar. A buen seguro que saldrán a su encuentro sabores, olores y texturas que guardan en el rincón de privilegio de su memoria. Y si es la primera vez que se acude, no es arriesgado asegurar que no será la ultima. Suele convertirse en una tradición que se pasa de padres a hijos y que se comparte, además de con la familia, con los amigos, con los compañeros de trabajo de actividad deportiva…
De tradiciones Miranda sabe como poco es el restaurante La Vasca. Es la base de su carta, el ADN de su cocina y la columna vertebral de su transitar por casi 9 décadas al arrullo del poderoso Ebro, con la fachada hacia la nueva mirada y la puerta abierta hacia el casco viejo.
La Vasca cuenta con una docena de trabajadores y cierra los domingos por la noche y los lunes. Desde sus orígenes se ha caracterizado por mimar y ensalzar los productos de temporada (caza setas verduras tomate de Miranda…) y los mejores pescados y carnes.
Este negocio lo abrió allá por 1926 el burebano Manuel Ruiz y la vasca Ángela Bilbao. Su hijo Francisco y su esposa, Mari Carmen Salazar, fueron la segunda generación al mando. Y desde el 2000, Iñigo Ruiz Salazar, tercera generación, regenta el restaurante. Este ha organizado en los últimos años numerosos encuentros, jornadas, degustaciones y maridajes con cocineros y bodegueros de gran prestigio y con estrellas Michelin con el fin de mejorar la formación de su personal y de ofrecer a la clientela menús exclusivos sin salir de la ciudad. Dispone de 100 plazas. Aunque no es ajeno al mal momento económico general, Iñigo Ruiz destaca que la vasca mantiene un buen ritmo de trabajo, y lo achaca a la constancia y esmero diario en mantener los más altos estándares de calidad en todos los aspectos de la restauración, desde el local (reformado recientemente) hasta el plato final, pasando por el servicio, la variedad, el precio, los productos frescos, los postres caseros…
La vasca ofrece la mejor cocina de raíz, la mirandesa, la burgalesa y la norteña, pero con novedades y al día.
